La “fiesta” priísta en Veracruz que se tiene planeada para este fin de semana, comenzó mal, demasiado mal.
Y es que lo que parecía cocinarse sin problema alguno, una elección por primera vez democrática por consulta a la militancia, ha quedado empañada por la renuncia a las aspiraciones de la presidencia de priistas que señalan las irregularidades del proceso.
Antonio Benítez Lucho, uno de los más fuertes contendientes, mediante una carta abierta “A quien deba enterarse”, señaló que “¡Ya basta de esta farsa perversa! en que se ha convertido la renovación de la dirigencia del PRI en Veracruz. La necedad del Comité Ejecutivo Nacional y las trampas de siempre del Comité Directivo Estatal, parecen tener como propósito, entronizar el ente bizarro llamado burlonamente “PRIAN””.
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Benítez Lucho afirma que ha tomado la decisión de no participar en la elección que habrá de renovar la dirigencia considerando “que no existen garantías que permitan dar certidumbre legal al proceso”.
Señala que el proceso es Ilegal, pues el padrón del PRI no está actualizado al ser del 2014; no hay Transparencia pues es factible acomodar a modo el padrón de votantes; Imparcial dado que “parece evidente que algunos miembros… ya han tomado partido por una de las fórmulas en forma desleal y en desapego a la justicia electoral”; no hay Certeza, Congruencia, Profesionalismo ni Equidad.
Imagínese cómo estará de sucio el proceso que todavía no empieza y ya hay voces que lo descalifican. Se sabe que no es el único que piensa así, y que otros podrán seguir su ruta no sólo a nivel local, sino también a nivel nacional en la elección del CEN del PRI. |