La supuesta lucha contra la corrupción empieza a desvelarse como una artimaña mediática más de los que ya se fueron y no como una lucha en verdad en contra del robo y negocios al amparo del poder que decían combatir.
Además de la corrupción, nada daña más a este país y a este estado que la impunidad. Decenas de delitos cometidos por servidores públicos que no pagan con prisión y otros que no son tocados jamás por una procuración de justicia que sigue dando la apariencia de ser selectiva
Apenas los funcionarios del gobierno estatal presentaban la denuncia cuando el secretario de educación fue notificado ahí mismo, que es investigado dentro de una causa penal en la fiscalía.
Así las cosas, la política ha pasado a tomar la procuración de justicia en sus manos y en estos pleitos se olvida la necesidad imperiosa de detener a quienes han violentado el estado de derecho, han dañado a Veracruz y se han robado la paz social.
Pareciera que la consigna es la guerra. Qué importa lo que pase en el estado lo que importa es tratar de despedazar al aparato de gobierno estatal sin importar las consecuencias para las y los veracruzanos, que tanto dicen querer y defender.
Quieren construir lo que no pudieron en las urnas, porque los ciudadanos se dieron cuenta de la mentira, la manipulación y el deseo de perpetuarse en el poder. Esperemos que estos esfuerzos de destrucción no prosperen, para que Veracruz sea reconstruido, llevado a mejor vida y a beneficios a los veracruzanos que les fueron negados por el hambre de poder y de dinero.
No más de eso. |