Sin embargo, lo cierto es que las impugnaciones están ahí y tendrán que ser valoradas y dictaminadas por un Tribunal y hasta que a los señores magistrados se les dé la gana, habrá un ganador y un cambio de directivos definitivo en el CDE del PRI.
Mientras tanto, ese alicaído partido vivirá en Veracruz una especie de limbo político, del cual podría no salir bien librado.
Lo cierto es que las aguas están muy revueltas y las opiniones están más polarizadas que antes de que iniciara todo el relajito de la Consulta a la militancia.
Las arenas finas debajo de la ex poderosa escollera política pareciera estar haciendo todo… menos recuperar terreno. |