Los cinco aspirantes que están de acuerdo con la consulta a la base son: Alejandro Moreno Cárdenas, actual gobernador de Campeche; Ivonne Ortega Pacheco, José Narro Robles, Lorena Piñón y Ulises Ruiz, exgobernador de Oaxaca.
El único que exige una elección por el método de delegados (le conviene el dedazo) es José Ramón Martel, exasesor de José Antonio Meade Kuribreña.
El INE no se ha negado realizar la Consulta solo que no sería este año sino en enero o febrero del 2020, lo que se contrapone con los estatutos vigentes del Partido que señalan que el próximo periodo debe iniciar el 8 de septiembre de este año hasta la misma fecha, pero del 2023.
Además el PRI, sin acceso a la Caja Chica de Los Pinos, está quebrado como para pagar los 230 millones de pesos que cobra el INE, por lo que para cumplir con su Acuerdo de febrero tendría que realizar solo la elección abierta y hay que considerar que el PRI tiene registrado en el INE un total de 6.5 millones de afiliados.
Por lo tanto, lo más factible es que la elección del CEN del PRI se lleve a cabo con las estructuras del partido y el padrón que tiene el mismo, por lo que -tomando en cuenta la experiencia de Veracruz- el pronóstico no es de armonía y concordia. Mal y de malas el PRI, que quiso transformarse de un plumazo y volverse más democráticos que nunca y no consideraron que el ADN priista deja una huella indeleble en la genética tricolor. Perro que come huevo ni a palos deja la maña.
El Consejo Político Nacional del PRI está en desarrollo y el PRI se encuentra en agonía y con la soga al cuello. |