Por ejemplo, y sólo para empezar, cómo separar la vida pública y privada del exgobernador Javier Duarte cuando fue él mismo quien metió en el ajo de la política a su esposa, suegros y hermanos. De privado a esa familia solo le quedó el espacio inocente de sus hijos y qué bueno que así haya sido, pues sería la peor desgracia no para ellos sino para quien osara meterse y denostar a seres inocentes e indefensos.
Hoy, la grilla barata ha penetrado y contaminado el espacio político. Ya no hay respeto.
Los que se fueron después de más de 80 años en el poder y los que solo gozaron las mieles del triunfo por un par de años, hoy buscan regresar a costa de lo que sea.
Los que llegaron al poder quizá deseen en tenerlo eternamente y puede que no les falte razón. Pero quizá desconocen el poder de la grilla y la idiosincrasia de los gobernados.
Por hoy se sienten confiados en ser arropados y sostenidos por más de un millón y medio de votos que los llevó al poder, pero cuando eso no sea suficiente van a recurrir al mismo sucio y retorcido recurso.
Las amenazas veladas de Eric Cisneros Burgos, titular de gobierno y responsable de la política interior y la gobernabilidad, son una muy peligrosa señal de que en cualquier momento puedan brincar de las palabras a los hechos.
Romper el hilo conductor de la mediación entre gobernantes y gobernados, pende de eso, de un hilo.
Desafortunadamente la modernidad acelera los ánimos de las venganzas políticas. El mundo de los memes y el anonimato de las redes son el mejor refugio para los gérmenes de la cobardía. En la ley de la selva, cuando las aguas crean cascadas y la irracionalidad toboganes, las aguas agarran impulso imparable.
Aún se está a tiempo de mostrar que la civilidad y las reglas del respeto y la tolerancia regresen. Aún se está a tiempo de subir del nivel de la política y no dejarle más terreno en Veracruz, a la grilla barata.
@frlicona |