Y es que si se toma en cuenta el número de diputados panistas que apoyan la causa de Guzmán Avilés, se cae en la cuenta que son pocos, sólo 5 de 13.
¿Se imagina dos bancadas? Una conformada por los diputados Enrique Cambranis, Rodrigo García Escalante, Nora Jessica Lagunes, Omar Miranda y Bingen Rementería; y la otra liderada por Sergio Hernández y conformada por el resto de diputados azules. Cinco contra ocho, pura matemática.
Así que el PAN tiene enfrente una nueva batalla en la que las nuevas autoridades partidarias deberán tejer fino… muy fino. Las fricciones y divisiones deben quedar atrás si quieren quedar como un partido fuerte. Se debe lograr el consenso y, obviamente, negociar espacios, posiciones y prebendas.
La posibilidad de generar dos bancadas está en el aire. Los Chapitos ya demostraron que saben operar elecciones, que son buenos para dividir, ahora falta ver si saben sumar. |