La renuncia del Magistrado Medina Mora polarizó el mundillo político del país

La polarización política que existe en el país hace ver la renuncia del magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Eduardo Medina Mora, por un lado como un ajuste de cuentas por diferencias con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y por el otro como una señal de que la justicia debe ser pareja y si Medina Mora participó en actos de corrupción, debe ir a juicio por muy magistrado que sea. 

La justicia debe ser pareja.

Sin embargo, hay quienes consideran que no basta la renuncia de Medina Mora sino que debe ser investigado y que la Corte debe investigar a fondo los presuntos actos indebidos en que habría incurrido el exministro. Cuando menos así opina el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas.  

Encinas puntualizó que la renuncia de Medina Mora fue un acto personal y no resultado de un proceso jurídico, pero dijo que este apenas va a empezar. 

Sin embargo, en los cafés políticos se sigue manejando la idea de que la renuncia debió ser parte de una negociación para que Medina Mora simplemente se vaya del Poder Judicial de la Nación y así la justicia le pueda llegar a los principales colaboradores de Peña Nieto y si se puede hasta el mismo expresidente. 

Si se configura lo anterior, Medina Mora no enfrentaría ningún cargo por el presunto lavado de dinero del que se le acusa. 

De ser así, los canillazos se los van a llevar los de la 4T pues habrían regresado a lo mismo que antes.