Por lo tanto, la emergencia por el Covid-19 aceleró la expectativa adversa. Hoy inyectar dinero y bajar tasas -como lo hizo Trump- asume que la contracción de las bolsas es un problema de demanda y liquidez, lo cual es ¡Totalmente falso!
Hasta ahora el problema es de oferta y de suministro, pero cuando en razón de la Bolsa y los impagos comience la liquidación de empresas y despidos de trabajadores, entonces sí habrá comenzado el problema realmente de demanda, como en el 1929. Y entonces, solo quedará el gobierno y el gasto público. Y vuelta a la tuerca.
Ojalá en el mundo se vea desde hoy hacia adelante, como Macron lo está haciendo en Francia. Máxime en un país como el nuestro, que en pleno vendaval va sin rumbo y sin brújula.
(Esta es una perla de Joan Rega, colaborador de Política al Día para asuntos especiales). |