A pesar del llamado de las autoridades a quedarse en casa; a pesar de la declaratoria de emergencia sanitaria por fuerza mayor; a pesar de los vehementes llamados de López-Gatell a quedarse en casa; en Xalapa y seguramente en muchas ciudades más del país, la vida sigue casi igual.
Por ejemplo, el Gobierno de la Ciudad de México ordenó el cierre total de los centros comerciales, al considerar que pueden ser fuentes de contagio del virus COVID-19. Esta medida de restricción no incluye a farmacias ni supermercados, los cuales deberán de tomar medidas preventivas de sana distancia cuando los clientes ingresen al establecimiento y para el cuidado del personal.
Sin embargo, en Veracruz no hay una voz cantante que marque el camino. Han sido los ayuntamientos los que han ido tomado medidas aisladas y hacen lo que pueden, pero desde el Gobierno del Estado (pese a que se niega a detener sus actividades no esenciales) tal parece que no hay orden.
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