Pero el financiamiento para pago de pasivos, liquidez o crecimiento, le corresponde a los empresarios privados. Rescates financieros con recursos públicos como el FOBAPROA o el Carretero, fueron actos fuera de la esfera de obligación del Gobierno.
Hoy los empresarios muestran orgullosos cómo lograron obtener recursos privados e internacionales de la banca de desarrollo.
El gobierno, por su parte, también se muestra orgulloso de no meter dinero donde no debe ni avalar y comprometer recursos públicos del futuro para cubrir no pagos del sector privado.
La función del gobierno es redistribuir sus ingresos legales entre los que menos tienen y fomentar las actividades económicas del sector social.
Los recursos multimillonarios que el BANXICO ha puesto a disposición del Sector Privado es Constitucional, no es un regalo -no había porqué- que los empresarios que lo usen deberán pagar a los bancos de primer piso que los ejerzan.
Así está bien. Que el Gobierno condone impuestos a grandes y poderosos empresarios. ¿A cuenta de qué?
Si los empresarios y el gobierno guardan su sana y constitucional distancia, todo mejorará.
Cada cosa en su lugar. |