Sin embargo, a contrapelo, López Obrador desde el fin de semana comenzó a lanzar misiles encaminados a preparar el terreno de lo que pretende y tirar línea a los “científicos” mexicanos. A su incomprensible declaración de que se ha “domado” el coronavirus, hoy agregó en la conferencia mañanera que "se redujo el contagio, se volvió horizontal, se aplanó la curva”.
¿Cuál curva ha visto usted plana? ¿Dónde está lo horizontal? ¿En qué dato duro de López-Gatell y la SSA ha visto que se han reducido los contagios?
Al contrario, los contagios siguen subiendo y sólo en algunos estados se han controlado perceptiblemente (curiosamente en Estados que han aplicado medidas coercitivas estrictas como Nuevo León o Jalisco).
Lo que se ve es que a México le comen las prisas, como a todo mundo, por reanudar las cadenas productivas, pero también, por seguirle el paso a Trump y reabrir las empresas exportadoras que están generando escasez en EEUU.
Cierto, el mundo está reabriendo sus labores, pero no solo lo han hecho poco a poco y con medidas, sino que -lo más importante- dieron luz verde sólo cuando las cifras iban en franca caída y no con “proyecciones”.
El gobierno está empecinado en volver a las calles el 17 de mayo, aunque sea en algunas zonas. Ojalá sea lo correcto porque miles de vidas están en juego. |