Los empresarios podrán ser lo que sea, pero no son suicidas como para pelearse de verdad con quien manda en el país.
¡No hay borracho que coma lumbre!
El asunto es que Javier Lozano no se explica por qué Hoyos lo separó del cargo a las pocas horas. Él se explica, en las entrevistas que se le han hecho esta mañana en medios nacionales que ‘Es frustrante que un proyecto que hablamos durante meses termine en una chambonada, de alguien que no supo operar el asunto’. Y afirma Lozano que ‘Hoyos sufrió presiones internas y tuvo amenazas de quitarle patrocinios’.
Y pues Lozano tiene mucha razón, pues en la política de altura los ‘chivos en cristalería’ no funcionan, ya que son capaces prender fuegos que traspasan lo político y llegan a lo personal y así no es la política.
Los astutos empresarios se olieron que lo que quería Lozano no era un sueldo, sino una ‘charola´ para tener cómo atacar al Presidente y a la 4T.
Ni modo, una vez más Lozano se quedó sin chamba. |