Así, pese a que la Constitución federal es la que manda es cierto que políticamente ambos estarían encantados de tener la bendición constitucional local, evitando con ello el golpeteo de los adversarios por el hecho de no encajar en ninguna de las dos hipótesis de la ‘veracruzanidad’.
Como quiera que el tema seguirá en discusión dentro y fuera del Congreso, lo cierto es que la iniciativa de reforma constitucional lanzada el sábado por el diputado Amado Cruz Malpica, fuera de la iniciativa electoral presentada en bloque por diputados de su partido, dio de qué hablar, molestó a algunos sectores políticos que lo dan por hecho, animó a los seguidores de los “extranjeros” y volvió a endender la pradera con múltiples versiones sobre la sucesión gubernamental.
En efecto, ambos son vistos como posibles sucesores de Cuitláhuac García Jiménez, lo que puede significar un debilitamiento del actual mandatario, porque no cumple aún dos años de gobierno. Que se hable cuatro años antes de quién podría ser el candidato de Morena a Gobernador en 2024 es muestra de cierta animadversión a la gestión del xalapeño.
Lo más grave es que alienta además las versiones de que, por órdenes presidenciales, Cuitláhuac pueda ser sustituido cuando cumpla dos años (y ya no sea necesario convocar a elecciones extraordinarias), cambiando todo el escenario político, con la idea de mejorar la imagen de Morena como gobierno.
En cualquiera de los dos casos, sea para una sucesión en 2020 o para los comicios de 2024, la propuesta del diputado sureño de considerar como tercera condición para ser veracruzano el hecho de ser padre o madre de un nacido en la entidad, está dando de qué hablar… y de qué manera.
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