Lunes 15 de junio. Termina el No Circula emergente. Metro y Metrobús operan al 100%.
Martes 16 de junio. Regresan 340 mil trabajadores de la industria manufacturera de lunes a jueves.
Miércoles 24 de junio. Podrán operar restaurantes al 40% y hoteles al 30% de su capacidad.
Jueves 25 de junio. Reabren centros comerciales y tiendas departamentales al 30% de su capacidad.
Claudia Sheinbaum destacó que la reactivación será gradual para poder medir su impacto, “Si en estos 15 días no disminuye (los contagios) y comienza a aumentar podríamos cambiar estas decisiones que estamos tomando”, aseguró.
No obstante, y pese a que se “reabrirán” actividades, la realidad es que en casi toda la República Mexicana el semáforo naranja es una vacilada, pues muchas de las actividades prohibidas jamás cerraron o solo torearon a la autoridad.
No todas las plazas comerciales cerraron. Basta con darse una vuelta a cualquier colonia en cualquier ciudad para ver que negocios como barberías, estéticas, tiendas de ropa minoristas, dulcerías, restaurantes pequeños y en general un sin fin de actividades no esenciales, continúan abiertas.
Una cosa es cierta y se le concede al Gobierno, y es que la población está al borde del colapso y ya no aguanta más el encierro. Más de un millón de trabajos formales se han perdido, miles de empresas han cerrado y no volverán a abrir, las reservas de las familias (las que tenían) se están agotando, y es necesario salir a reactivar la economía. ¿Con miedo? Sí, es inevitable, pero es necesario.
Lo que no se entiende bien, y causa mucha confusión, es la necesidad del dichoso color naranja, en el cual casi nada cambia, pues en realidad lo que permite hacer, en su inmensa mayoría, jamás cerró. |