El gobierno de Claudia Sheinbaum comenzó una “transición” del semáforo rojo a naranja a inicios de esta semana, incluyendo quitar el hoy no circula ampliado, sin embargo, la realidad se le vino encima pues el ‘riesgo máximo’ de la pandemia la obliga a echar para atrás su medida.
La Jefa de Gobierno de la CDMX había planteado que si se lograba pasar al semáforo naranja, aparte de las medidas tomadas esta semana, el próximo 22 de junio se habrían permitido regresar tianguis y mercados; el 23 reabrirían negocios del Centro Histórico; para el 24 de junio se retornarían labores en hoteles de la capital a un 30% de su capacidad, mientras que los restaurantes lo harían al 40%; el 25 de junio lo harían los centros comerciales y tiendas departamentales al 30% de su capacidad y el 28 de junio los servicios religiosos a la mitad de su capacidad.
Peeeeeeeeero… quedó demostrado que la realidad de la pandemia no se parece en nada a los planes y análisis de escritorio, sobre todo porque los modelos matemáticos no consideran la variable de irracionalidad del ser humano.
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