Viene este tema a colación tras la publicación en días pasados, de la encuesta “Perspectiva de empresas nacionales e internacionales sobre la industria fotovoltaica del país”, auspiciada por la Cámara México-Alemania de Comercio e Industria y la Asociación Mexicana de la Industria Fotovoltaica.
Los resultados de la misma, debieran encender los focos rojos en el gobierno federal, dado que el 80% de las empresas encuestadas consideran que la actual administración con su política energética limita el desarrollo de las energías renovables.
Cabe destacar que en la industria de la generación con renovables, la mayoría de los proyectos son inversiones a largo plazo que, definitivamente, se ven impactadas por los cambios de reglas y acuerdos, lo que hace parecer a México como un país que no brinda certidumbre legal y financiera a las inversiones.
En un entorno como el actual y con la imperiosa necesidad que nuestro país tiene de generar empleos de calidad y de fomentar un marco de inversiones que impacten positivamente en la economía, es la generación con renovables, una gran posibilidad.
Sin embargo, nuestro país va a contra corriente. Bajo el falso espejismo de la “soberanía energética” desde la SENER e incluso, desde la misma Presidencia, se han satanizado este tipo de proyectos para dar prioridad a devolver al Estado el monopolio de la industria eléctrica y con ello, se está promoviendo el uso de Centrales de Ciclo Combinado que utilizan fundamentalmente carbón/gas y combustóleo. Incluso, dejando de lado la Ley de Transición Energética que fija la meta de que para 2024, el 35% de la energía eléctrica consumida en el país provenga de fuente limpias.
La estrategia a seguir no es complicada ni choca con los ideales de la autollamada “Cuarta Transformación”: basta con revivir, las Asociaciones Publico-Privada (APP) para detonar diversos campos geotérmicos y Eoloelétricos con gran potencial, sin una gran inyección de recursos públicos.
Claro, aunque los “ventiladores” afecten el paisaje natural, como afirmó López Obrador en la Rumorosa. |