Esta breve cápsula de la historia de uno de nuestros símbolos patrios viene a colación en virtud del más reciente desaguisado que hay en redes sociales sobre el tema. Resulta que como es tradición, el Zócalo de la CDMx ha sido adornado con luces y demás escenografía que permanece durante todo el mes de septiembre y que sirve de marco a la ceremonia del “Grito de Independencia” que se desarrolla en el balcón central del Palacio Nacional.
Pues bien, en el antiguo Palacio del Ayuntamiento, sede del Gobierno de la Ciudad de México, fue colocada una enorme águila que para nada corresponde con el Escudo Nacional debidamente normado por el artículo segundo de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional. ¡No! El águila corresponde a la utilizada en la llamada “Restauración de la República” (posterior a la derrota del emperador Maximiliano) y que casualmente es el logotipo del Movimiento de Regeneración Nacional.
No se sabe de quien fue la indicación de colocar este distintivo en pleno Zócalo, pero sin duda, flaco favor le hacen al Presidente López Obrador con este tipo de manifestaciones que debieran ser revisadas por el Instituto Nacional Electoral para evitar suspicacias de posibles delitos electorales, sobre todo considerando que en septiembre da inicio legalmente el calendario electoral.
Durante años la izquierda señaló con índice de fuego al PRI por la utilización en su logotipo de los colores patrios, por lo que es inconcebible que no se hayan revisado las implicaciones de colocar un símbolo así; si bien, es harto conocido el deseo presidencial de ser identificado con el Presidente Juárez, el escudo que se usaba en esa administración es el mismo que sirve de identidad al partido político del Presidente.
Si a eso le sumamos la obcecación por realizar el Grito de Independencia con un grupo escogido de ciudadanos con antorchas, hay muchos en las redes que afirman un carácter fascista de estas manifestaciones. Sin contar que con el acto de colocar un escudo que no es el oficial, en un edificio público, se quebranta la Ley en la materia.
Como dijera el divo de Juárez “¿Pero qué necesidad?”.
Lo anterior es una perla de Rogelio Barrios, colaborador especial de Política al Día para temas nacionales. |