Quirino se pregunta “¿Qué pensarán en la SEFIPLAN al enterarse de que en la SEDEMA están haciendo esas trampas que inhiben ingresos al erario?... Y lo hacen ya de manera descarada anunciándose en redes sociales sin el menor pudor para ofrecer un servicio que solo podría darse en un esquema de corrupción bestial”.
Y es aquí donde nacen las preguntas, ¿De toda esa venta ilegal y corrupción está enterada la SEDEMA y la titular Rocío Pérez Pérez? Debería saberlo porque en teoría son ellos quienes controlan la verificación vehicular en Veracruz.
Y ante este tipo de corrupción a todas vistas, la Contraloría ¿Por qué no actúa de oficio e inicia las averiguaciones correspondientes?
En Veracruz se pensaba que la Contraloría General del Estado vendría a resolver de una buena vez las trampas y cochupos que se dan en las diversas dependencias, cuando menos eso se pensaba con la llegada al mando de Mercedes Santoyo, sin embargo, a un año ya de su llegada, no se ha sabido nada relevante. Sus únicos méritos hasta ahorita son haber cambiado los códigos de ética y de conducta (que si nos apuran ni siquiera era necesario cambiarlos pues de todas formas siguen siendo letra muerta) y un Sistema de Control Interno que según nos comentan en las diversas dependencias, sólo Dios le entiende.
Con respecto al caso de los verificentros y los hologramas, es importante destacar que SEDEMA vende en 80 pesos los hologramas a los verificentros y estos cobran otros 300 a los contribuyentes, por lo que el costo final es de 380. Pero en medio hay tranzas y hay quienes tienen acceso a esos hologramas de la SEDEMA y los venden como barajitas de álbum de mundial.
Tal vez sea momento que Finanzas meta orden en esto y que genere esquemas para que haya un verdadero control.
Lo anterior, obvio, sin menoscabo de que la Contraloría haga algo y mínimo le haga al cuento como si en verdad sirviera para algo, y que en SEDEMA se encuentre dónde está la corrupción tras los hologramas y los verificentros.
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