Paloma Villanueva, por ejemplo, luego de que la acompañante de fórmula de Muñoz Ledo (Citlalli Hernández) publicara un tuit de su registro, comentó: “Fui reportera y una vez cubrí un voto de Porfirio Muñoz Ledo, quien aprovechó que le pedí una entrevista para hacer insinuaciones sobre mi cuerpo y procurar contacto físico no deseado por mí. No soy la única que ha sido acosada por ese señor, confío en que no lo pasarás por alto”.
Posteriormente, otros usuarios de twitter también comentaron situaciones similares como la de la usuaria @NieveMandarina quien escribió: “Me duele mucho leer este tipo de cosas, porque no es la primera vez, porque con nuestro silencio seguimos permitiendo que pasen... Y porque también me pasó a mí. Cuando tenía 15 años recien cumplidos, Porfirio Muñoz Ledo me acosó sexualmente”.
Lo anterior es tan solo parte de la guerra mediática que está generándose alrededor de estos políticos.
Ambos señalamientos son serios, por una parte corrupción y por otra acoso sexual, y ambos, hasta el momento, solamente flotando en el marasmo mediático en el que normalmente se desenvuelve la clase política mexicana.
Lo cierto es que la tensión en MORENA está a tope y las cuerdas vibran y a punto de romperse.
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