Y es que en sí no serán solo los 50 millones de pesos, sino que también habrá que considerar el recorte real, pues el Congreso tendrá en contra el efecto inflacionario en su presupuesto 2021. Es decir esos 50 millones que representan una reducción del 6.47% con respecto al presupuesto actual, se va a elevar en otro al menos 6 o 7% por la inflación estimada en el 2021 por efecto económico de la Pandemia.
Por lo que el recorte en términos reales, considerando el efecto inflacionario podría ser hasta de 100 millones de pesos.
Pero si usted piensa que todos los integrantes de la Junta de Coordinación Política del Congreso estuvieron de acuerdo y aceptaron de muy buena gana el ‘moche’ se equivocan; varios de ellos querían el consabido 15% de incremento que normalmente se acostumbra presupuestar.
Tuvo que ser -como ya se ha vuelto costumbre- el diputado presidente de la JUCOPO, Juan Javier Gómez Cazarín, quien se fajara los pantalones, le pusiera más seda a su mano izquierda y platicara con cada uno de los representantes de partidos en lo personal y en grupo.
Al final todos los Partidos estuvieron de acuerdo, por lo que no nos queda más que enviarles a todos ellos el menú completo con huevos tirados, bomba de nata, dos picadas rojas y lecheros a discreción. |