Ahora bien, ¿Qué pasó con MORENA? ¿En verdad fue una catástrofe como muchos lo quieren vender? ¿Fue una derrota anunciada de lo que podría pasar el próximo año? Habría que entender, entre otras cosas, que Coahuila ha sido un estado priista desde hace más de 90 años; que el poder económico y político se distribuye en pocas zonas, principalmente en Saltillo y Torreón; y que MORENA no tenía previamente una presencia marcada en ese Estado (sólo tenía un diputado local).
Por lo tanto, ¿Perdió MORENA? Realmente no. Si acaso se podría decir que MORENA no pudo ganar, que no es lo mismo. No obstante, en la repartición de las diputaciones plurinominales (considerando que se mantengan los resultados como hasta ahora) lo más seguro es que MORENA crezca su bancada y se convierta en la segunda fracción más fuerte en ese Estado.
Entonces, ¿Qué pasó si no se puede decir que el PRI haya crecido mucho ni que MORENA haya perdido todo? Lo que pasó es que quien realmente perdió fue el PAN, ese partido al que tanto han defenestrado desde los micrófonos de la mañanera, al partido al que realmente están enfocados los obuses, el que hoy sigue siendo el rival a vencer en el 2021.
El PAN tiene hoy 9 diputados locales, entre uninominales y plurinominales; luego de esta elección perdió todo y se queda con 0 diputados uninominales y no le alcanzaría para mantener la segunda bancada en el Congreso con los plurinominales que le tocan.
El gran perdedor de este domingo en Coahuila fue, en realidad, el PAN. Los tricolores, mesurados, no echan campanas al vuelo; los Morenistas no lloran más de lo debido la derrota; pero los Azules están en shock.
¿Se mueve el tablero electoral para el 2021? No demasiado, pero una cosa sí es segura, y es que la moneda hoy sigue en el aire. |