Se veía venir. Era lógico que después de Luis Videgaray, la Fiscalía encaminara sus obuses contra el ex presidente Enrique Peña Nieto.
Lo informado el día de hoy por El Universal, en la nota titulada “Fiscalía acusa a Peña Nieto de traición a la patria, cohecho y delito electoral”, no es más que la continuación de la campaña que busca llevar a Peña Nieto y a ex presidentes al paredón público con la Consulta Ciudadana autorizada ya por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Y es que a decir de la Fiscalía General de la República (FGR) y el Fiscal Alejandro Gertz Manero, el expresidente "Enrique Peña Nieto jugó un papel central en la comisión de delitos de cohecho, traición a la patria y delito electoral, lo cual puede asumirse sobre la base de suposiciones empíricas".
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Lo anterior, derivado de las declaraciones de Emilio Lozoya Austin, sin que haya valido de algo que los propios directivos de Odebrecht hayan desmentido tal acusación.
“Peña Nieto contó con su “propio aparato de poder criminal”, a partir del cual implementó una estrategia de cooptación a legisladores para la aprobación de las reformas estructurales en materia energética, mediante la obtención de dinero, principalmente de la constructora brasileña Odebrecht, que sirvió para el pago de sobornos a diputados y senadores”, se señala en la nota. Lo cual ha sido ya multicitado y comentado, pues para la aprobación de las reformas estructurales Peña Nieto debió contar con el apoyo de las Cámaras y, de acuerdo a lo comentado por Lozoya y varios más, las carretadas de dinero circularon alegremente por los pasillos del Senado y de la Cámara de Diputados.
“Luis Alberto Meneses Weyll, el principal funcionario de Odebrecht que sobornó a Emilio Lozoya Austin fue quien confesó a la justicia brasileña haber entregado 10.5 millones de dólares al servidor público entre 2012 y 2014, y quien puso en la mira al exdirector de Pemex con sus acusaciones reveladas en 2017”, aunque en semanas previas los directivos de Odebrecht reconocieron la entrega de dinero pero no los fines del mismo, por lo que a su decir no participaron en garlitos electorales y el soborno estaba dirigido a las mejores condiciones para contratación.
En fin, que el tema vuelve a ponerse en la palestra pues las acusaciones que más llaman la atención (igual que pasó con Videgaray), es el señalamiento de traición a la patria, pues hay que recordar que a la fecha, esa es una de las pocas causas por las cuales un ex presidente puede ser juzgado.
¿Caerá Peña Nieto? Se sabrá, tal vez, antes de las elecciones del 2021. |