Por más billetes que según las malas lenguas soltó David para hacer creer a todo mundo que él y nadie más que él era el ‘bueno’ y que tenía la candidatura ‘amarrada’, nada pasó.
El peso económico y político de la familia que siempre estaba de acuerdo, hoy parece ya no ser suficiente. La familia se fracturó en la cumbre por haber roto -por decirlo así- el cambio generacional. En su empecinamiento David olvidó que otros empresarios de la familia venían empujando fuerte y David operó por el riel y menospreció la regla no escrita en la familia. David rompió la rotación y el principio de no reelección en la familia que en su momento sí respetaron los Manolos, las Irmas que pasado su tiempo y oportunidades abrieron el paso a las nuevas generaciones de juniors.
Pero la necedad, persistencia y orgullo que llevaron a Napoleón a caer en Waterloo, se le subieron a la cabeza y pese al rechazo local, maniobró en el centro del país para llevar su pleito allá, para buscar a toda costa que el PAN rompa y pase por encima de sus estatutos internos y sus principios democráticos. Allá intentará David ganar a toda costa.
David sabe que en política billete mata carita y no cejará en su intento, aunque la fórmula local electoral indique lo contrario.
Así, obligados por las circunstancias y el peso político de la familia este día el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, anunciará en uno más de los homenajes a Luis Donaldo Colosio Murrieta, que la negociación local de la Coalición PAN-PRI-PRD ha llegado a su fin y que a partir de mañana 24 de marzo las negociaciones continuarán en la CDMX a cargo de los presidentes nacionales de esos partidos.
El plazo fatal para que David y su familia convenzan a los tres líderes nacionales será el próximo uno de abril, de ahí saldrá lo que salga para la Coalición.
Una simple pregunta para la reflexión: Si David no pudo convencer aquí, ¿Cómo puede esperar convencer en lo nacional lo que es un tema puramente local?
Xalapa ha cambiado, el voto que hace ganar ya no está en el primer cuadro de Xalapa, ni en los cafés; mucho menos en los medios de comunicación. Xalapa ha cambiado con sus más de 400 colonias populares que votan. |