Esta mañana los sabios bebedores de café pusieron el dedo en la llaga en un simple análisis de práxis política acerca del inicio de las campañas políticas a diputados federales .
En primer lugar, señalan, algunos candidatos dan risa pues se metieron al rejuego político a sabiendas de que no ganarán. Otros por prometer hacer y hacer por enfermeras, comiendo tacos en lugares concurridos; caminando y saludando gente que jamás en su vida volverán a ver pero sí usándolos como material para retacar los espacios de sus redes sociales. Américo Zúñiga es el más vivo ejemplo de este tipo de candidatos.
Otros dan pena ajena pues luego de que recomendaron cerrar negocios e insistieron guardarse en casa, hoy salen a la calle a besar niños, a propiciar los contagios en mítines políticos con el único fin de mostrar músculo político. No hay diferencias de partidos ni de candidatos, a todos ellos les vale una pura y dos con sal la vida de los demás, solo les interesa el hueso.
Y otros dan coraje que luego de no haber hecho gran cosa por sus representados, hoy regresan como extraños a buscar de nuevo el voto. Casos como el de Rafael Hernández Villalpando se pintan solos. O los saltimbanquis que dejan un hueso por otro, sin importar los compromisos contraídos. Los que viven del presupuesto público y no quieren soltar el hueso. Un ejemplo es Héctor Yunes Landa, exfuncionario público, exdiputado local, exsenador, diputado federal con licencia para buscar ser diputado local de nuevo. Otro caso es Ricardo Ahued Bardahuil que como fiel apóstol de la incongruencia, deja tirados cargos para luego retomarlos cuando le va mal o no puede cumplir. Renunció al Senado por el que tanto luchó, por irse a dirigir Aduanas. No pudo con el paquete y regresó al Senado. Ahora solicitó de nuevo permiso para venir a gobernar Xalapa. Carmen Pinete y Octavia Ortega van de nuevo por otro hueso. Candidatas a diputadas federales una por la Coalición de MORENA y la otra como plurinominal por el Verde, antes lo fueron del PRI y alfiles de Fidel Herrera y Javier Duarte.
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Pero estos son solo unos simples botones de muestra, pero hay muchos más que se repiten constantemente y que dan risa, pena ajena y hasta coraje.
Los canillazos de la mañana para quienes ya encontraron la forma de invertir y ganar en el negocio de la política sin pagar impuestos. |
