López Obrador comió y platicó la tarde de este jueves con los gobernadores electos de Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
Sin embargo, dicha reunión cordial ejemplifica a la perfección la máxima de “Para los amigos siempre habrá justicia y gracia, pero para los enemigos solo justicia a secas”, pues curiosamente esos 11 gobernadores son los que fueron abanderados por MORENA.
A los demás gobernadores electos, se sabe, les dará “audiencia” ahí cuando tenga tiempo en su agenda.
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Qué diferencia, por ejemplo, a la actitud tomada por Luis Donaldo Colosio quien declaró “Me deslindo de Movimiento Ciudadano, yo asumo como alcalde para toda la gente de Monterrey”.
Si en la política mexicana se entendiera que un Presidente es presidente de todos los mexicanos y no solo de un sector del “pueblo bueno”, o solo de las autoridades de un partido político, tal vez, solo tal vez, los mexicanos comenzarán a llevarse bien y a remar todos hacia el mismo lado.
Mientras tanto, algunos seguirán comiendo pejelagarto con pozol… y otros pan duro con agua.
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