Durante años doña Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros, ha sido todo un personaje dentro de la vida judicial y social veracruzana, con sus declaraciones escandalosas, su carácter indomable y su poca tolerancia a la frustración, la hasta ahora eterna magistrada, siempre dio la nota de cuatro columnas.
Desde aquella célebre frase suya “Ya cualquier pendejo puede ser magistrado”, hasta sus últimas declaraciones, para el portal de Joaquín Rosa, Al Calor Político, en referencia a la magistrada presidenta Isabel Romero; Castañeda Palmeros se ha expresado cual libre gaviota, de todo lo que le ha dado la gana opinar a lo largo de su prolífica carrera judicial, sin recibir retroalimentación alguna por parte de los aludidos, la mujer siempre echó sus sentencias al viento y ahí se quedaron.
En el periodo en que Alberto Sosa, fue presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, lo traía en bajada con todo lo que en aquellos años le achacó; verdades o mentiras dichas de un modo demasiado grotesco, pero así fue siempre la célebre Yolanda Cecilia.
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En honor a la verdad a doña Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros, jamás se le juntó el hambre con las ganas de comer, ya que aterrorizó con singular alegría a todo aquel que le vino en gana, desde Edel Álvarez Peña, Ignacio González Rebolledo, Alberto Sosa Hernández y quien sabe a cuantos mas, sin que nunca sus declaraciones tuvieran repercusión alguna, hasta ahora.
Les cuento mis hermosos, que sin temblarle la mano, la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz, Isabel Romero Cruz, le notificó de manera fulminante a Castañeda Palmeros, el cese de sus funciones por cuestión de edad el pasado lunes, ya que la togada habría llegado a los 70 años; luego no satisfecha con ello, ayer martes la togada suprema del estado, mandó a las oficinas de Castañeda Palmeros, a una cuadrilla de trabajadores, que en pocas horas, sacaron las pertenencias de doña Yolanda Cecilia del reciento, en la que supongo yo, ella pretendería instalar su lecho de muerte.
Un final de acuerdo a una carrera, con mucho show y escándalo, como a ella le ha gustado siempre, supongo que ahora se defenderá y armará tremendo desmán, porque me imagino que del puesto de garnachas que amenazó con poner Castañeda Palmeros, nada.
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