Para que Julio César Godoy, hermano del ex gobernador perredista de Michoacán, Leonel Godoy, pudiera rendir protesta de manera presencial como diputado federal lo tuvieron que meter al recinto de San Lázaro en la cajuela de un auto pues pesaba sobre él una orden de aprehensión y tuvo que hacer esa maniobra para no ser detenido y formalizar su protesta.
Otro caso fue el del porteño Rafael Arriola Molina, ex alcalde de Cosamaloapan, tres veces diputado federal, presidente del CDE del PRI, quien en 1970 resultó electo como Senador de la República. A pesar de ello, por problemas personales con el presidente Luis Echeverría no se presentó a rendir protesta presencial y nunca ocupó el escaño que le correspondía.
Caso Rogelio Franco
De aquellos lodos solo quedan polvos, podría Usted pensar. La Ley es clara al respecto y entre los analistas políticos y los que saben de leyes, no hay unidad en cuanto a las posturas y la mayoría coincide en que lo mejor es esperar, pues asegurar que Rogelio Franco ya es diputado, es por demás aventurado.
Además, resulta que el mismo perredista Rogelio Franco Castán, en su carta dirigida al Presidente de los Decanos de la Mesa Directiva de la LXV Legislatura -con la que pretendió rendir protesta como diputado federal- pidió que conforme a sus facultades Constitucionales dicte las medidas necesarias para garantizar el pleno ejercicio de sus derechos políticos y al mismo tiempo que rinde protesta, acota: “en su caso espero ser compelido a ratificar el contenido de la presente”, esto es, él mismo sabe que debe presentarse a ratificar lo toma de protesta.
El caso es que si bien se le dio entrada a la solicitud de Rogelio Franco, los casos del Congreso se turnan a Comisiones para su análisis y dictaminación correspondiente, trámite que el Decano presidente no pudo hacer porque aún no se han constituido las Comisiones Legislativas para el efecto.
Así que si bien Rogelio Franco se atiene a contar con sus derechos políticos a salvo debido a la presunción de inocencia, el trámite aún está en proceso, es decir, formalmente no ha rendido protesta y por lo tanto el tema está pendiente de resolución.
Desde luego las opiniones están divididas, pero lo más probable es que en este inédito caso de la política mexicana, serán los jueces los que tengan que intervenir para dilucidar lo que procede.
En la práctica, suponiendo que el PRD y Rogelio Franco solicitan el Amparo de la Justicia Federal, la Fiscalía General del Estado de Veracruz deberá intervenir y rendir el informe correspondiente. Es decir, el tema no podrá resolverse al canto, mientras las sesiones del Primer Período Ordinario de la Cámara de Diputados seguirán su marcha y hay que tener muy presente que con tres faltas consecutivas, el Reglamento Interno de la Cámara establece que se tendría que llamar al suplente.
El tema tiene todavía mucha tela de dónde cortar y se pondrá más caliente.
Por lo pronto, lo que hasta hoy hay solo es show y marrullería. Y solo en los próximos días se sabrá si la ley y los reglamentos les dan la razón a los perredistas o fueron sus últimas patadas de ahogado en el Caso Rogelio Franco.
Bueno el Show en tiempos de pandemia.
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