Pues resulta que la mayoría de las y los alcaldes veracruzanos cuyas cuentas públicas 2019 y 2020 salieron con presuntos y millonarios daños patrimoniales, no será solo eso lo que tendrán que enfrentar ante la justicia, pues según declaró el Coordinador de la Comisión Ejecutiva del Partido del Trabajo en Veracruz, Vicente Aguilar, la mayoría enfrenta una millonaria deuda pública que asciende a casi 5 mil millones de pesos.
Sin embargo, esto no es el único de los desmanes que han hecho los alcaldes a lo largo de la historia de libertinaje que personifican los libres y soberanos alcaldes, pues a todo lo anterior hay que sumarle los laudos laborales que han dejado correr a lo largo de los años y que le significan losas demasiado pesadas. Los alcaldes por lo regular con estos temas solo patean el bote y dejan que se acumulen cantidades millonarias de adeudos por ese concepto. Lo anterior, desde el punto de vista financiero, sin contar con la injusticia que se comete con todos aquellos trabajadores que en algún momento fueron despedidos injustamente según las autoridades locales del trabajo.
El libertinaje con que se manejan la mayoría de alcaldes es algo que amerita que se le meta la mano, y en grande, pues al fin y al cabo son los ciudadanos los que deben pagar por las raterías, ineficiencias, deshonestidad y hasta mala fe de algunos alcaldes, sobre todo en aquellos casos en que primero metieron a la nómina a amigos, amigas y familiares y poco antes de entregar el cargo los despidieron y hasta los asesoraron para que demandaran a los Ayuntamientos.
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