¿Quién es? Preguntó el gobernador. ¿Qué ha hecho aquí? ¿Dónde estaba durante los días de lucha política en Veracruz? “Estoy enterado que él es diputado federal por el Estado de México y que en la pasada elección ganó la reelección, pero él no es diputado federal por Veracruz”, afirmó.
“Como diputado federal lo que esperamos los veracruzanos es que allá en la Cámara de Diputados vea que se apruebe la Reforma Eléctrica. Eso es lo que esperamos de él. ¡Que saque la reforma eléctrica!”, destacó Cuitláhuac García Jiménez.
Y como para dejar fija su postura política con respecto al diputado Sergio García Luna, comparó su labor en Veracruz con la del extinto político Heberto Castillo, quien fue un gran luchador social en Veracruz y en el país. “¡A él (Heberto Castillo) sí lo conocí, por lo que hizo en Veracruz, pero al diputado Gutiérrez Luna no lo conozco”.
Lo anterior se puede interpretar de mil maneras, pero la principal es que el diputado Sergio Gutiérrez Luna no está en el ánimo del gobernador Cuitláhuac García Jiménez para la sucesión del 2024.
¿Será que Gutiérrez Luna no tuvo siquiera la amabilidad y sensibilidad política de comentar con el gobernador sus intenciones de dar a conocer entre los sectores productivos de Veracruz las mejoras que vendrán para ellos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022?
De ser así, el Gobernador tiene mucha razón, pues al menos por la cortesía política, como correligionarios del mismo partido político y ser parte del mismo objetivo de transformación nacional, lo mínimo esperado es que el diputado hubiera buscado una mejor relación con quien representa moralmente los intereses políticos de su partido.
Y pues es claro que en los nuevos tiempos políticos del país las formas, como aquí se ha dicho, son cosas del pasado, pero con casos como el de hoy en MORENA más le vale a quienes aspiran a subir en la política, cuidar las formas.
Lo de este medio día hizo recordar aquel caso del también veracruzano Rafael Arriola Molina, aspirante al Senado de la República, a quien le ‘congelaron’ su dictamen electoral y lo desaparecieron del mapa político.
O como el otro muy sonado caso conocido como el ‘Carbonelazo’ cuando Manuel Carbonell pretendió como Secretario de Gobierno suceder al gobernador Rafael Murillo Vidal, yéndose por la libre y con sus buenas artes políticas había logrado que aquí en Veracruz lo destaparan como candidato hasta que unos horas más tarde en el viejo edificio del CEN del PRI en la avenida Insurgentes del entonces Distrito Federal, los reporteros le preguntaron por Manuel Carbonell al líder de ese partido, Jesús Reyes Heroles, y éste respondió con una lapidario “Yo como veracruzano no he votado por él”… y así, Carbonell se quedó en la raya y no llegó a la candidatura hasta el día de su muerte.
¿Estaremos ante una situación como las antes narradas? |