La prepotencia de tener familiares o amigos en el gobierno, o simplemente por sentirse ‘intocables’, ha llevado a muchas personas a la cárcel.
Quizá sea el caso de Valeria San Román Zamora, quien tal vez por ser prima de la Senadora panista Indira Rosales San Román, se sintió blindada políticamente y no atendió la orden de un juez para que pagara rentas de un local comercial convertido en restaurante-bar-antro ubicado en el Boulevard Adolfo Ruiz Cortines número 3468, en el fraccionamiento Costa de Oro de Boca del Río de nombre ‘La Gran Dictadura’.
Valeria había sido apercibida por el Juez Segundo de Primera Instancia, de que debía pagar las rentas pendientes del local comercial tal y como se había dictaminado en el juicio ordinario civil 597/20, pero le valió poco la orden del juez, por lo que se le configuró el delito de Desacato y al Juez no le quedó de otra que ordenar su arresto por 10 horas, en el entendido que de no cumplir, la pena aumentará y al final tendrá que pagar y desocupar el inmueble que ya de hecho le fue embargado.
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El embargo precautorio del negocio se realizó por incumplimiento en el pago de deberes mercantiles por rentas vencidas durante un año de no pago por más de un millón 200 mil pesos, derivado del juicio 597/20 que se le sigue en el Juzgado Segundo de Primera Instancia y que el Juez Segundo había ordenado debía depositar en el juzgado el adeudo pendiente.
El problema para la empresaria Valeria San Román Zamora es que a raíz de que los empresarios rentistas de espacios comerciales de la zona conurbada supieron de sus trácalas y el no pago de rentas, se han puesto de acuerdo para no rentarle ningún otro espacio para un cambio de domicilio.
Entre los vecinos del restaurante-bar se asegura que no es propiedad de Valeria sino de la propia senadora Indira Rosales San Román, sin que se haya podido comprobar, pero vox populi de Boca del Río se dice que Valeria solo es la prestanombres de la senadora. ¿Será? |