“Herrera había molestado a AMLO soltando participaciones federales a gobiernos salientes”, pero no solo eso, sino que ya existían dudas acerca de la alianza que podría guardarle a AMLO y a su posible sucesor o sucesora.
Aunado a lo anterior es importante reflexionar en algo que también menciona Alejandro Aguirre en su columna. “López Obrador ha buscado perfilar, en la medida de sus posibilidades, gente afín a sus ideas y a las de Sheinbaum en aquellos cargos cuya duración abarcaría parte (o todo) el presunto mandato de su candidata. Intenta allanarle el camino, pensándola ya ganadora, y uno de esos cargos apuntaba a Banxico”. Lo anterior conlleva la firme intención de que sea ella, y nadie más, la candidata presidencial en el 2024, pese a las patadas de Ricardo Monreal y la beligerancia sosegada de Marcelo Ebrard.
Las piezas para una posible candidatura presidencial se tienen que ir moviendo, lentamente, sin prisas pero tampoco con pausas, pues el tiempo es indomable y en un abrir y cerrar de ojos ya estaremos inmersos, oficialmente, en la sucesión presidencial.
Pero no solo eso comenta Alejandro Aguirre, sino que también habla de cómo y desde cuándo tomó AMLO la decisión de impulsar a Victoria Rodríguez Ceja y las repercusiones para Arturo Herrera de haberse dormido en sus laureles.
No le contamos más, mejor lo invitamos a leer a Alejandro Aguirre Guerrero y su columna completa aquí. |