¡Caray! Si tan solo así hubieran sido de rápidos y eficaces para expulsar del partido a cuanto ratero ha pasado por sus filas y que, hoy, siguen tan campantes vistiendo la casaca tricolor.
A Javier Duarte, por ejemplo, demoraron mucho tiempo para expulsarlo, pero ejemplos de pillos como él hay muchos.
¿O qué decir de muchos políticos priístas que en aras de ganar espacios incluso crearon partidos políticos alternos? Aquí en Veracruz hay varios casos, como por ejemplo de los que siendo priístas apoyaron la creación del partido local Todos por Veracruz… y a ellos ni siquiera amagaron con expulsarlos.
En fin, que en el PRI parece ser más grave aceptar una chamba que traicionar o robarse miles de millones de pesos. |