MIENTRAS el movimiento político denominado Morena, retrocede, la oposición, integrada por los diversos partidos políticos que no acuerdan con el partido oficial, reviven con los resultados, primero, de la revocación de mandato, y luego, con los resultados recientes en contra de la iniciativa presidencial de reforma eléctrica. Con estos hechos, solo falta saber cuáles serán las condiciones políticas después de las próximas elecciones, para poder determinar, en cierta forma, el futuro que le espera a los acontecimientos políticos del dos mil veinticuatro. La oposición avanza y entre ellos, es el Partido Revolucionario Institucional, quien toma la batuta para el enfrentamiento político más importante que se espera en México.
La no aprobación de la reforma eléctrica, como ya se esperaba, se considera un duro y serio golpe a la administración federal, pero de manera particular al propio presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, quien se da cuenta, en estos momentos, que el peligro político electoral, acecha y que no será, de ninguna manera, tal fácil volver a tener los suficientes votos para dejar al sucesor que pudiera continuar con sus proyectos políticos.
Esta situación, pone de manifiesto, otras posibilidades de que López Obrador, ponga en operación otras estrategias políticas que le puedan dar mejores resultados. Va ahora con la iniciativa minera, con la cual quiere proteger, dice él, a uno de los bienes nacionales más apreciados en estos tiempos, es decir, el litio. Sin embargo, vienen, todavía, muchas consideraciones al respecto, porque al parecer, el país no tendría toda la tecnología necesaria para la explotación de este mineral. Los problemas, como la producción eléctrica, se presentarán pronto.
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Pero este asunto como la reforma ya rechazada, quedarán pendientes y se comenzará con la reforma electoral, donde el presidente, quiere hacer los cambios que necesita para poder sostener sus proyectos políticos, cuestión que se ve desde ahora, de la misma manera que la reforma eléctrica, con pocas posibilidades de prosperar.
La oposición, sin duda, se encuentra ya envalentonada y pondrá a trabajar a toda la estructura política, primero, para ganar las gubernaturas que estará en juego el cinco de junio, y después, con toda la carne al asador, procurar adueñarse del escenario político nacional en busca de la presidencia de la república, aunque no se sepa en este momento, cómo y de qué manera se tendrían que poner de acuerdo, ya que la rebatinga por esta posición, también podría influir para que no tuvieran la fuerza suficiente ante la presencia significativa, eso sí, del propio movimiento político en el poder.
(DE LA COLUMNA "LÍNEA POLÍTICA") |
