"Algunos pacientes con presión elevada no presentan síntomas pero puede llegar a detectarse sudoración excesiva, ansiedad, fatiga y en caso de complicarse fallo al corazón o un ataque cardíaco, insuficiencia renal y aneurisma es decir protuberancias anómalas en las paredes de la arteria", dijo Romero Landa.
El cambiar los hábitos de alimentación a unos más saludables, realizar ejercicio, reducir los niveles de estrés favorecen en el control de la presión arterial. El tratamiento farmacológico dependerá de la valoración con el especialista.
Para finalizar, la especialista recomendó acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para realizar un diagnóstico en caso de considerar presentar los síntomas y visitar el módulo PrevenIMSS para detectar cualquier complicación. |