La ASF precisa que el proveedor entregó a la CFE la garantía de cumplimiento y calidad correspondiente al contrato formalizado con un desfase de 36 días hábiles posteriores al plazo máximo establecido, sin penas ni sanciones por el incumplimiento en los plazos de entrega.
Y lo anterior, sucedió porque extrañamente en las especificaciones técnicas del contrato 9100025158 no se especificaron las fechas de la entrega de muestras de Hexafluoruro de Uranio Enriquecido por parte del proveedor a la CFE. Algo por demás raro y que huele a azufre, puesto que en cualquier contrato por ñango que sea, ese es un requisito indispensable.
Además, de que según la ASF no existen evidencias de que el material haya sido entregado y dado de alta en los almacenes de la Central Nucleoeléctrica.
Por lo demás, solo esperar que el mineral adquirido sea de calidad y que el proceso de recarga, para el que se supone viene gente especializada de la compañía General Electric, lo haya hecho de la manera correcta, para así garantizar el buen funcionamiento de la única nucleoeléctrica del país.
El problema es que, si el proceso de recarga ya fue realizado, independientemente de los vicios de la adquisición, la población no fue informada de que tal operación se llevaría al cabo.
Así se las gastan en la CFE de Manuel Bartlett. |