Lo logró. Algo que parecía imposible, el titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación, José Luis Lima, lo logró. ¿Y cuál fue ese logro? Pues nada más y ni nada menos, que la poderosísima Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) levantara el veto al estadio Luis Pirata Fuente para la celebración de fútbol profesional.
Quizá decirlo sea cosa fácil, pero conseguirlo llevó más de 2 años al funcionario estatal, de sostener pláticas con la Federación Mexicana de Futbol y con la propia FIFA.
Se logró el aval, ¿Pero qué se le exigió al Gobierno de Veracruz? Pues fue algo simple y complicado, conseguir un grupo empresarial interesado en invertir en una franquicia que demuestre que no tiene relación alguna con Fidel Kuri.
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El otro punto, y quizá donde haya ciertos cuestionamientos por parte de la afición, es que tampoco exista relación alguna con Tiburones Rojos, y es más, no podrán ni utilizarse los colores rojos ni azul, como predominantes en su uniforme y nuevo escudo.
Guste o no guste el fútbol, sin duda es necesario para el Puerto de Veracruz, porque el futbol profesional significa empleos, derrama económico, convivencia familiar y fiesta, para lo cual, los jarochos son únicos, tal vez en 2023 conozcamos a las Mantarrayas, los Cañoneros, los Delfines o algún otro nombre que se ha puesto a consideración en la mesa. |