Finamed -empresa que ha trascendido, una de las accionistas es la maestra Elba Esther Gordillo Morales- demandó por la vía mercantil desde el 2013 el pago por servicios facturados no pagados durante los gobiernos ya mencionados y por las que un Juez ordenó el pago de 496 millones de pesos más 79 millones de pesos por IVA. Sin contar el 6% de intereses moratorios, desde el día de la emisión de las facturas hasta el día en que se liquide la deuda.
Es decir, toda una bola de nieve que cada día crece más.
A la fecha, el actual gobierno de Veracruz deberá de pagar a Finamed, 650 millones de pesos, que equivalen al presupuesto anual del Congreso local y casi la mitad del presupuesto del Ayuntamiento de Veracruz o el de Xalapa. Peor aún los 10 municipios más pobres de Veracruz no reciben esa cantidad al año.
De ese tamaño es el boquete que le hicieron Fidel Herrera y Javier Duarte a Veracruz.
La resolución del Juez Federal ya fue dictada, e incluso pudo haber sido mayor, pero eliminó algunas facturas, de lo contrario el daño hubiera alcanzado los 800 millones de pesos.
El gobierno de Cuitláhuac aún no se da por vencido y pelea en tribunales para no pagar esta criminal deuda heredada.
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