Con ello, se logra evidenciar que el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha retomado el control político de su partido de la mano de su incondicional aliado Juan Javier Gómez Cazarín quién ha resultado un valioso activo político para el mandatario.
De igual modo, este triunfo reconfigura todo el escenario político veracruzano, pues de cara al proceso de sucesión en 2024, será el C. Gobernador quien lleva mano en la designación de candidaturas.
Algo que debió operarse sin contratiempos desde el mismo Palacio de Gobierno, pero que lamentablemente no operó así, provocando, verdaderos dolores de cabeza para los planes operativos de la 4T y su actual Gobierno.
Lo cierto también es que con el triunfo de Ramírez Zepeta, llega un tanque de oxígeno para el aún secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos quien se anotará seguramente un espacio en alguna curul ya sea local, o federal en el próximo proceso electoral.
Y es que con este hecho se confirma que, en política, no existen muertos, a nadie se puede dar por derrotado o vencido, mientras en él quede un soplo de vida, y así parece que fue el claro mensaje que envió el C. Gobernador al hacerse acompañar a un evento en Coyolillo en el municipio de Actopan del propio secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos.
Ahora antes de que concluya el año, la reaparición pública del propio Cisneros Burgos será factor constante en todos los eventos del Ejecutivo Estatal, ya lo verá.
Y es que aun cuando se sabe que no está más en los afectos de la que se presume será su candidata al Gobierno de Veracruz, la realidad es que para Cuitláhuac García Jiménez existe una especie de deuda pendiente con el Otatitleco.
Al tiempo.
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