No importa si marcharon 90 mil, 100 mil o la cantidad numérica que haya sido, lo que importa es que el clamor ciudadano se hizo escuchar y debe ser escuchado y atendido al costo que sea, pues cuando al motivo actual de la protesta se acumulen otros más se podría llevar al país a sitios no deseados.
El presidente AMLO y MORENA deben recordar que el 2024 está a la vuelta de la esquina y el voto de castigo que les dio el triunfo en el 2018 podría revertirse en su contra.
No escuchar el mensaje, con el fondo y trasfondo político que sea, será un error mayúsculo e histórico que le pesará a un gobierno que prometió transformar al país, pero se niega escuchar la voz ciudadana.
Si lo que busca el Gobierno son economías en el gasto del INE, que se ajusten los altísimos honorarios y privilegios económicos que reciben actualmente los altos directivos, pero que lo demás, lo sustantivo, siga como está, hasta que se evalúe a conciencia lo superfluo.
No se vale la cerrazón y las ironías en contra de la expresión real de la ciudadanía, aunque haya sido contaminada por políticos que -aunque hayan estado vestidos de ciudadanos- no pudieron ocultar sus verdaderos intereses políticos. |