José Antonio Pérez Muñoz, cardiólogo del Hospital General de Zona (HGZ) No. 8, explicó que la mayoría de los defectos congénitos tienen tratamiento y estos tienen que ver con su clasificación (estructural o funcional), su gravedad, pronóstico y evolución.
"Los tratamientos pueden ser complejos y requieren del trabajo interdisciplinario de varios especialistas. En muchas ocasiones, el tratamiento solo puede ser paliativo", mencionó.
En la mayoría de las veces no se puede detectar cuál es la causa que derivó en las anomalías congénitas; esto en vista de que estos defectos son atribuibles a factores genéticos, ambientales o infecciosos; sin embargo, hay maneras de detectar esta condición, y mejorar la calidad de vida del bebé.
Si bien no todos los defectos congénitos se pueden prevenir, existen medidas que las familias pueden tomar antes y durante el embarazo para reducir el riesgo de que el bebé nazca con defectos congénitos.
Entre estas medidas figuran los cuidados prenatales adecuados, la ingesta suficiente de ácido fólico y yodo, restringir el consumo de alcohol, controlar la diabetes preconcepcional y gestacional, evitar exponerse a sustancias peligrosas, como los metales pesados y los plaguicidas, y completar su esquema de vacunación.
Finalmente, el médico especialista hizo un llamado para sensibilizar a madres y padres y, sobre todo a profesionales de la salud acerca de la necesidad de ampliar la vigilancia, prevención, atención e investigación sobre este tipo de anomalías en el mundo. |