Hoy, varios de esos políticos que defienden a ultranza su “coherencia” y que advirtieron que jamás se irían de su partido, están esperanzados a una coalición con los partidos que hace no más de cinco años eran sus acérrimos rivales… el agua y el aceite… y que representaban lo más rancio de la política que en su momento arengaron derrotar.
¿Para qué sirve una coalición política hoy? Sólo sirve para llegar al poder, no más. Pero el poder por el poder mismo, envilece y es detestado por la sociedad.
Sí, es una verdad de perogrullo cuando los políticos dicen que sólo unidos podrán vencer a Morena. Hoy no hay encuesta seria o patito que deje ver un escenario diferente, pero eso no es razón suficiente para millones de veracruzanos. Esa no es razón suficiente para que se olviden las malandradas que hicieron en su momento los del PAN, los políticos del PRI o los del PRD.
Y no son pocos los que se preguntan si el sistema de partidos mexicano está sobrepasado y tiene que modificarse. No son pocos los que ven como una opción viable un sistema bipartidista o tripartidista, pues finalmente, si tanto quieren estar juntos el PAN, PRI y el PRD, así como Morena con el PT y el Verde, ¿Qué necesidad de que sigan succionando las prerrogativas del gobierno como hasta ahora? Sobre todo en un escenario en el cual la ideología partidista ha quedado en un segundo término.
¿No acaso saldría más barato a los mexicanos dejar de pagar tanto a partidos políticos que han perdido su identidad?
Hoy los sabios bebedores de café sencillamente no le encuentran la cuadratura al círculo, pero eso sí, le dedican los canillazos duros a los partidos políticos que han perdido identidad y que pareciera que solo quieren llegar para que todo cambie, siguiendo igual. |