Aunado a ello, dijo, dicha caseta ya había sido rebasada por el intenso tráfico vehicular en la autopista Orizaba-Córdoba, pues desde su inauguración, en la década de los 70's, no se previó tanto flujo de transporte, principalmente de carga y pasajeros.
La gente y el sector productivo, apuntó Gómez Cazarín, se quejaba del congestionamiento vehicular que se hacía para cruzar la caseta; eran kilómetros y kilómetros de unidades, causando pérdidas en tiempo, productividad, desplazamiento y entrega de materias primas y productos terminados, así como retrasos a estudiantes, consultas médicas y a trabajadores.
"Todas estas quejas que formularon organismos sociales y empresariales fueron escuchadas durante décadas pero nunca resueltas por los anteriores gobiernos, que hicieron del retiro de la caseta de Fortín una bandera política pero que jamás cumplieron", destacó.
Se tuvieron que esperar casi 30 años para que un gobierno sensible y comprometido con el bienestar del pueblo diera respuesta contundente a la zona Córdoba-Orizaba; sin duda, el presidente Andrés Manuel López Obrador le vuelve a cumplir a Veracruz, gracias a las gestiones también del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Muchos -prosiguió- querrán colgarse la medallita pero la sociedad recordará que fue hasta el gobierno de la transformación que se eliminó el cobro de la Caseta de Peaje de Fortín, en beneficio de casi un millón de habitantes y miles de empresas asentadas en tan importante corredor industrial, comercial, estudiantil y social de Veracruz. |