Pero antes de ellos podría aclararse el panorama en MORENA para julio o agosto. Pues de todos los partidos el que parece que tiene más prisa por definir a su corcholata es MORENA.
Su dirigente nacional, Mario Delgado, informó que será este domingo cuando se acuerde el método de selección de la candidata o el candidato a la presidencia y que los aspirantes han sido informados, los consejeros han sido citados al Consejo General y que todo está listo para acordar el método.
Será, sin duda, por medio de encuestas.
Pero si usted está pensando que será en julio o agosto, cuando salgan los resultados de las primeras encuestas, cuando se sepa quién será el candidato de MORENA, déjeme decirle bien querido lector lectora, que podría estar incurriendo en una tremenda ingenuidad.
Lo que Morena necesita, como dice la canción, es tiempo.
Tiempo para seguir ganando espacios mediáticos, para seguir posicionando a sus corcholatas, pero sobre todo para encontrar la forma de que los no favorecidos, no fracturen el movimiento.
Por eso, para las primeras encuestas de julio o agosto, habrán de inscribir a diez, veinte, treinta o los camaradas que gusten, para hacer una primera criba.
De ese primer filtro, en el mejor de los casos, sacarán tres nombres sin ninguna sorpresa… y en el peor de los casos, serán hasta seis o siete nombres. Todos ellos, listos para participar en un segundo round.
Bajar del caballo desde julio o agosto a Monreal, Noroña o Velasco Coello (que son las corcholatas menos favorecidas pero ya apuntadas), provocaría un cataclismo en el Movimiento que lo reventaría antes de diciembre.
Será por tanto, un primer filtro para ganar tiempo.
No vendrán renuncias, ni declinaciones, ni rupturas.
Este domingo se propondrá el método, o más bien, los pormenores del método.
No quedarán contentos todos, mucho menos Marcelo Ebrard quien este mismo martes dio a conocer cuál es su fórmula para la elección de la corcholata ganadora y anunció su renuncia a la cancillería a partir del 12 de junio.
Por supuesto, las otras corcholatas no pueden imitarlo. Renunciar también sería bailar al ritmo que Ebrard ponga y si lo hacen, perderían terreno.
El método no será perfecto, pero es lo que habrá.
@AtticussLicona
(COLUMNA "POLÍTICA AL DÍA") |