Y una de las claves para poder afirmar lo anterior es, precisamente, el Consejo Nacional de ayer. Los opositores y los malquerientes de la Cuarta Transformación querían que se armara la rebambaramba, que acabara en gritos, jaloneos, cachetadas y sillazos. Pero se quedaron sentados esperando, porque lo que sí hubo fueron acuerdos, unidad y pacto de respeto por el bien del proyecto al que pertenecemos.
Con madurez política, con auténtico compromiso con la 4T, sin mostrar cobre, dejando a un lado la vulgar ambición y con respeto para las compañeras y los compañeros de lucha, las personas que aspiran llegaron a un gran entendimiento con la dirigencia nacional.
Para empezar, de aquí al viernes, renunciarán a sus chambas en el Gobierno o en el Congreso de la Unión. Después, van a recorrer el país del 19 de junio al 27 de agosto; cada quien propondrá dos empresas encuestadoras –serán 12 en total-; meterán los nombres de las empresas a una tómbola y sacarán cuatro; una encuesta más la hará Morena directamente (serán cinco encuestas en total) y se levantarán a nivel nacional del 28 de agosto al 3 de septiembre.
A más tardar el 6 de septiembre sabremos los resultados de las encuestas y tendremos el nombre de la persona que será quien encabece la transformación del país a partir del 1 de octubre del 2024.
Quienes no ganen la encuesta, irán en unidad a respaldar a quien merezca la candidatura.
En Morena estamos muy, pero muy contentos.
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado. |