A su vez, la captación de los gases de efecto invernadero de los árboles retirados era de apenas 13.66 toneladas anuales, es decir, una milésima parte del total; mientras que dicha emisión calculada en vehículos detenidos, más la generada por los que siguen en movimiento suma 18 mil 043 tons. Es decir, cuando el puente entre en funcionamiento la cifra será de 3 mil 488.
“Ésa es la diferencia y la justificación medioambiental del proyecto Plan B”, aseguró el mandatario, convencido de mantener las jornadas de reforestación y el impulso de reservas como la recién adquirida por el Ayuntamiento de Xalapa, de 60 mil metros cuadrados, y una más que gestiona el de Coatepec, de 120 hectáreas.
Acompañado por el titular de la SEDEMA, Juan Carlos Contreras Bautista, enfatizó que la avenida Lázaro Cárdenas es parte de la Carretera Federal 140 que conecta el centro de la República y el puerto de Veracruz, siendo paso obligado del comercio, proveeduría local y casi 40 mil unidades particulares.
“Tenemos que compensar el crecimiento de la mancha urbana con medidas que permitan mitigar el cambio climático en nuestra bella capital”, dijo al afirmar que el mayor impacto no está en un camellón sino en las faldas del Cofre de Perote, por ejemplo.
Finalmente, exhortó a los jueces federales analizar las emisiones que evitará el puente, “pues lo que pretenden cubrir mediante amparos es nada comparado con el daño que causaría el interrumpir la obra, además de que debe prevalecer el interés mayor de la población”. |