La epidemióloga detalló que la enfermedad de dengue tiene un proceso natural de duración de siete a 10 días: en los primeros tres, habrá síntomas; entre el tercer y el sexto día es la fase crítica donde pueden presentar complicaciones, al no haber fiebre y tener una aparente mejoría el paciente se confía y no pone atención a algunas complicaciones que pueden aparecer; y en la fase de resolución, los síntomas se limitan por sí mismos.
Las complicaciones que pueden presentarse es por la pérdida de líquidos, aunque no sea perceptible hay deshidratación causando alteraciones en el
organismo, otra más es el sangrado sobre todo interno, que puede llevar al paciente a un estado de choque.
El dengue grave es de tipo hemorrágico que puede llevar al paciente a un estado de choque y con ello poner en riesgo su vida, es importante estar monitorean su evolución, y sobre todo evitar la automedicación.
"La automedicación complica el cuadro, las personas suelen tomar una aspirina o ácido acetilsalicílico para quitar el dolor o la fiebre, pero en el caso de dengue es muy riesgoso, ese medicamento tiene un componente que puede favorecer el sangrado", explicó.
Al momento de iniciar con los síntomas (fiebre, dolor de cabeza, muscular, de articulaciones o retrocular, náuseas, vómito, diarrea, dolor abdominal y exantema o enrojecimiento de la piel y comezón), deberá acudir a la Unidad de Medicina Familiar que le corresponde para que el médico pueda identificar signos de alarma que pueden llevar aun dengue grave, además de dar una guía de cuidados. |