Hace un par de semanas, un abogado xalapeño de esos que hay tantos, dedicó su tiempo en sustentar la premisa de que la señora Rocío Nahle García, no podría gobernar Veracruz, porque la constitución y no sé que tanto más, no lo permitían, por no haber nacido en Veracruz. El sujeto que se dice abogado constitucionalista y se presume, descendiente directo de la quinta esencia del Caudillo de Cuatro Ciénagas, buscó y encontró cuanto foro pudo, para pregonar su teoría.
Una vez agotado la paciencia de los editores y radiodifusores de la región, el abogado tuvo a bien, emplear sus redes sociales con la finalidad de seguir pregonando su verdad, en uno de sus tantos post, el maestro Javier Hernández Hernández, ex magistrado del Tribunal Electoral Veracruzano y actual auditor Superior del Estado de Campeche, le contestó lo siguiente: valoro tu referencia a mi persona … lamento mucho que solo compartas un extracto de la sentencia …!! Me parece que las y los veracruzanos no se merecen información distorsionada. Solo te puedo comentar que no se debe confundir lo referente a los requisitos de elegibilidad relativos al lugar de nacimiento con los de residencia. En su momento compartiremos incluso lo que ha dicho la SCJN noticias .. No hay mexicanos de primera, mucho menos de segunda … Saludos y a tus órdenes.
Y como diría Úrsula ¡Hasta ahí llegó el amor verdadero! El abogado pasó a otra cosa mariposa, no hubo eco en su pregón y a estas alturas yo me pregunto, porque a la señora Nahle, le siguen haciendo la campaña de “La zacatecana”, con ese dejo de desprecio desagradable, puedo entenderlo de sus contendientes que de algo se han que agarrar, pero ¿Y los demás?
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Discriminar a una mujer, que aspira a un cargo de elección popular, por el hecho de no ser nacida en el estado de Veracruz, pero que ha hecho toda su vida profesional aquí ¡Caray! ¿Qué no será misoginia disfrazada?
De todos los gobernadores que ha tenido Veracruz, alguien recuerda a Patricio Chirinos Calero o Fernando Gutiérrez Barrios, en su juventud o niñez en Veracruz, ambos presuntamente muy niños, emigraron a Ciudad de México en donde hicieron fama y fortuna, luego vinieron a la aldea a gobernar, es más, el gobernador Miguel Alemán, ni siquiera quería vivir en Xalapa, porque nunca le gustó y que se sepa en Veracruz, jamás estudió o alguno de ustedes ¡Señores! Jugó con él a la roña en su tierna infancia, allá en la escuela primaria de Sayula de Alemán.
Por favor ¡Señores! Agárrense de otra cosa, el chovinismo aldeano ni existe.
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(DE LA COLUMNA "LA POLÍTICA EN ROSA")
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