El especialista refirió que este cáncer en etapas tempranas no presenta síntomas, por lo cual el estudio del Papanicolaou es capaz de detectar células anormales antes de que se vuelvan cancerosas, lo que ayuda en un diagnóstico oportuno y esto a su vez otorga a la paciente un mejor resultado de su tratamiento.
Indicó que cuando el cáncer de cuello uterino se encuentra en una fase avanzada algunas pacientes presentan signos como: sangrado vaginal entre periodos o después de tener relaciones sexuales, flujo vaginal acuoso y con sangre que puede ser abundante y tener un olor fétido, dolor pélvico y durante las relaciones sexuales, dolor de espalda, pérdida de apetito, hinchazón en una pierna, pérdida de peso o filtraciones de orina y heces por la vagina.
Castillo Gutiérrez destacó que este estudio se debe realizar a partir de los 25 años de edad en todas las mujeres que han tenido relaciones sexuales y después de dos exámenes (uno por año) con resultado normal, lo indicado es realizar el examen cada tres años.
Finalmente, mencionó que la mejor forma de reducir riesgos es prevenir, por lo que recomendó mantener completo el esquema de vacunación, entre las cuales está la de VPH, mantener relaciones sexuales con protección, limitar la cantidad de compañeros sexuales que tenga y evitar las parejas que participen en actividades sexuales de alto riesgo, someterse a pruebas de Papanicolaou de rutina y evitar el consumo del cigarro. |