Hasta que Cuitláhuac logró domar al dragón, con una estricta disciplina financiera y austeridad y la priorización de inversiones para el desarrollo. Cubrió viejos adeudos, logrando con ello mayores participaciones federales y acceder a un nivel extraordinario en Aprovechamientos el año pasado, derivado de la redención anticipada del bono Cupón Cero, mientras que la Deuda Neta Ajusta disminuyó de 69.2% a 61.1%, -20 mil millones de pesos- con respecto a 2022.
Mejoras financieras avaladas y reconocidas por empresas internacionales expertas calificadoras como HR Ratings y otras, que año tras año han venido ratificando con mejores perspectivas financieras de Veracruz.
Así, al cierre 2023 las finanzas de Veracruz fueron calificadas por HR Ratings de estables a positivas y ratificó su calificación como A, por alcanzar un superávit en el Balance Primario equivalente al 9.5% de los ingresos totales, debido a un aumento del 18.7% en los ingresos de Libre Disposición.
Así, la entidad mantuvo un elevado nivel de liquidez y, por primera vez en décadas, no recurrió a financiamiento de corto plazo.
Con toda razón el gobernador Cuitláhuac posteo en sus redes sociales: “cabe preguntarse por qué los antecesores no pudieron”.
Cierto: ¿Por qué Fidel, Duarte y Miguel Ángel no pudieron?
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