Los síntomas que se pueden presentar son problemas urinarios, estreñimiento, problemas de memoria, presión baja y trastornos psiquiátricos relacionados con depresión y ansiedad.
Las complicaciones pueden ser lentitud del pensamiento, salivación, pérdida de memoria, inestabilidad emocional, trastorno de ansiedad, impotencia sexual y rigidez.
Esta enfermedad no puede prevenirse; sin embargo, es importante que el paciente diagnosticado realice actividad física como: ejercicios de equilibrio y estiramientos para reducir las molestias y con ello retrasar el daño generado por el trastorno.
El especialista comentó que, en caso de presentar temblores en manos o pies que imposibiliten las actividades diarias o disminución en la velocidad de los movimientos, es necesario acudir a revisión a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para realizar una detección oportuna de la enfermedad. |